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lunes, 16 de marzo de 2009

Artemisa Gentileschi: la fuerza

“Cerró la habitación con llave y una vez cerrada me lanzó sobre un lado de la cama dándome con una mano en el pecho, me metió una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos, y alzándome las ropas, que le costó mucho hacerlo, me metió una mano con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar y habiendo hecho esto metió las dos rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a empujar y lo metió dentro. Y le arañé la cara y le tiré de los pelos y antes de que pusiera dentro de mi el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de carne.”

Así de contundente se expresaba la joven Artemisia, de diecinueve años, ante el tribunal que juzgaba a Tassi, su maestro en el oficio de pintor, que la violó (otras versiones dicen que fue un discípulo del padre, aunque lo principal es que fue violada, nosotros nos vams a atener a la versión del maestro). No sólo tuvo que detallar lo ocurrido, sino que además la torturaron para verificar esa declaración.

Artemisa Gentileschi era la hija de un pintor romano de la Escuela de Caravaggio, Orazio Gentileschi y, de todos los hijos del maestro, ella fue la que mostró más talento, sobre todo con el dibujo.


Y como siempre ha ocurrido en estos casos, el padre, sabedor del potencial de su hija, recurre al único recurso que le queda a ésta como mujer, ya que no podía ingresar en una academia, que es el de entrar, como aprendiz, en el taller de un maestro, Agostino Tassi, quien actuó con doble mala fe: después de violar aseguró al padre de Artemisia que se casaría con ella para compensarla (se entendía que era una compensación que a la joven la casaran con su verdugo), pero después incluso se comprobó que estaba casado.

De ese tiempo data la obra "Judith decapitando a Holofernes (pintado en 1613. Artemisia fue violada en 1612) que parece hablar muy a las claras de cuáles eran los sentimientos de la artista.


Aún así, Gentileschi se casó poco tiempo después con un pintor joven llamado

Pierantonio Stiattesi y se instaló con él en Florencia donde empezó a deslumbrar como pintora.
Hasta tal punto dio muestras de fortaleza, recobrándose del acto cruel al que había sido sometida, que pronto ingreso en la Escuela de Dibujo de Florencia y pasó a ser pintora de la corte, comenzó a formar parte del círculo intelectual de la ciudad (y fuera de ella).

En sus telas, según algunas teorías, retrataba a sus heroínas con sus propias facciones, lo que, de ser cierto, demuestra hasta que punto Artemisia fue una mujer enérgica y segura de sí. Su fama de independiente, de pintora excepcional, de bella y de indómita (tenía problemas con su marido por culpa de la gran cantidad de gastos que tenía y las deudas con los acreedores, y además se rumoreaba que tenía amantes), se las ganó a pulso y tenían más valor en tanto que se trataba de una mujer en un tiempo donde sus logros eran para otras poco menos que impensables.

Con el tiempo fue distanciándose de su esposo, con quien tuvo cuatro hijos, tres niños que no llegaron a la edad adulta y una hija, Prudenzia, que sobrevivió (como una metáfora de ella misma) y al final se separó de él y volvió a Roma llevándose a su hija.
De esa etapa hay muchos interrogantes, pero se sabe que su padre no vivía ya en la ciudad, de manera que, si permaneció allí, vivió como una mujer independiente, de su trabajo, y además fue madre soltera y tuvo aún otra hija más.

Sin embargo, en Roma, como mujer, no podía recibir encargos de la Iglesia, por lo que decide marcharse a Venecia en 1627, en donde quedó para siempre su fama de excepcional artista.
En 1630 se la sitúa en Nápoles, y podríamos afirmar que entra en el apogeo de su carrera, y ya no se movió de allí, con la salvedad de su viaje a Londres acompañando a su padre por encargo del rey. No sólo ayudó a su padre, también realizó algunas obras para el rey como su "autorretrato como Alegoría de la Pintura".




En 1639 muere su padre y entonces ella se compromete a terminar sus obras, pero en 1642 ya se había marchado de Inglaterra de vuelta a Nápoles, donde ya comezó progresivamente a declinar física y laboralmente. Aunque en 1650 se sabe que aún trabajaba, ya por entonces hay evidencias de que pasaba por dificultades económicas. Su última obra, "Susana y los viejos" parece volver a su juventud odiada, como si hubiera regresado una última vez a rendir cuentas con la vida, a denunciar que fue humillada. Pudo morir en 1656 durante la epidemia que arrasó Nápoles.


Sólo después de su muerte empezó a perderse su fama y, aunque siempre fue conocida, se le achacó el hecho de que muchas obras, que en realidad le pertenecían, eran obra de otros, o que ella sólo había colaborado. Tuvo que llegar el siglo XX para que su genio fuera revelado de nuevo.

Artemisia vivió como quiso. Nunca se permitió a sí misma perderse la oportunidad de triunfar y equivocarse por el hecho de ser mujer, y con esa actitud parece que logró que los demás tampoco se permitiesen a sí mismos reprocharle que era mujer y artista al mismo tiempo.

ARTEMISIA EN LOS MUSEOS
(Afortunadamente hay algunas obras de la autora en España)
ARTEMISIA EN LA WEB
Artemisia Gentileschi en Wikipedia

En la UNED

ARTEMISIA EN EL CINE
Artemisia (1997) (ficha de IMDB)


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