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martes, 24 de marzo de 2009

Mary Wollstonecraft: la libertad


No hay otra mujer más adelantada a su tiempo que Mary Wollstonecraft, ni otra mujer que, como ella, haya sufrido más en sus carnes la incomprensión masculina y a pesar de todo, encontrase dentro de sí misma que tenía la misma libertad de ser, vivir y ejercer, por encima de todos, su condición de persona. En su "vindicación de los derechos de la mujer" (1792) escribe:
Ya es hora de que se haga una revolución en las costumbres femeninas, ya es hora de devolver a las mujeres su dignidad perdida, y que contribuyan en tanto que miembros de la especie humana, a la reforma del mundo, cambiando ellas mismas
Y eso es lo que se propuso hacer durante toda su vida.

Antes de convertirse para siempre en una de las primeras feministas y de sentar las bases reivindicativas posteriores, Mary Wollstonecraft (Spitafield, 1759 - Londres, 1797) malvivía en el seno de una familia de clase baja en la que su padre, como era frecuente, gastaba el dinero en bebida y juego mientras su descendencia pasaba hambre. Cuando era niña tuvo que coser y trabajar, y aún así se las arregló para leer y aprender aquellos saberes que le estaban vedados por ser mujer.

Ideó par así misma una vida independiente y se marchó con sus hermanas y su amiga Fanny Blood a otra localidad con la intención de abrir una escuela y vivir todas juntas por cuenta propia, aunque el proyecto fracasó al morir Blood y se vió obligada a trabajar de institutriz, pero lo fundamental es que antes de un año decidió abandonarlo todo y marcharse a Londres para trabajar como autora -durante los años anteriores realiza algunos escritos, entre los que destaca "relatos originales de la vida real" sobre su etapa de institutriz -, algo impensable en aquella época. Allí trabajó como traductora, aprendió francés y alemán, y empezó a conocer a importantes intelectuales de la época, anarquistas, flósofos, escritores...

A pesar de lo que se pueda pensar, durante esta etapa en la que el mundo se preparaba para la mayor revolución que había visto Europa, los intelectuales de la época promulgaban, y practicaban, una vida de libertades más allá de las imposiciones tradicionales, en las que el amor libre convivían con las nuevas ideas politicas, filosóficas y sociales. Wollstonecraft quiso participar de todo eso, y en este momento es cuando inicia una relación con Henri Fuseli, pintor, aunque está casado. La relación no se rompe hasta que la pareja le propone a la esposa de Fuseli vivir los tres juntos y ella lo rechaza escandalizada. Mary se marcha a Paris. Era el año 1792 y la escritora ya había escrito su "vindicación de los derechos del hombre" y "reflexiones sobre la Revolución Francesa" (1790) a raíz de la Revolución de 1789, y en ese momento decide vivir por sí misma la experiencia.

Cuando llega a Paris ya había escrito "vindicación de los derechos de la mujer" en la que lamenta el hecho de que la actual educación de las mujeres ha acabado con el potencial de muchas de ellas, y reivindica, no sólo la igualdad educativa, sino que las leyes acaben con la subordinación de la mujer, primero al padre y a los hermanos, y después al marido y los hijos varones. En ese sentido, pone todas sus esperanzas en el nuevo gobierno francés y se marcha a vivir allí para participar en ese cambio. Pero la Revolución se había hecho por hombres y para hombres, con el apoyo intelectual de hombres que no contaron con la mujer en su idea de libertades. Por ejemplo, en su reflexión sobre Rousseau, Wollstonecraft afirma que es loable la idea del filósofo sobre la educación de los hombres, pero encuentra deprorable que afirme que la educación de las mujeres deba ir encaminada a su labor futura de esposa. Para Mary, la educación tiene como principal función "conseguir carácter como ser humano, independientemente del sexo al que pertenezca". En su "vindicación de los derechos de la mujer" explora todos los aspectos de la realidad en que una mujer se ve excluida por su sexo, y de esta manera reivindica la participación de la mujer en la vida política y el divorcio. Este mismo derecho lo expondrá en otra de sus obras ("María", publicada en 1797). En esta etapa francesa tiene un romance con Gilbert Imlay con el que tendrá una hija, Fanny, pero Imlay la abandonó al poco tiempo.

En 1795 regresa a Londres al declarar Inglaterra la guerra a Francia, aunque su principal razón fue reunirse con Imlay. Un intento de suicidio y un breve viaje por los países escandinavos acabaron definitivamente con la relación, pero que dieron pie a su obra "Cartas escritas durante una breve estancia en Suecia, Noruega y Dinamarca" (1796).

Para recuperarse de la ruptura vuelve a su círculo habitual en londres y ahí conoce a William Godwin, un filósofo anarquista, con el que inicia una relación. Cuando ella se queda embarazada, con 38 años, se casan y se marchan a vivir a las afueras, instalados en dos casas contiguas para conservar su independencia.

Desgraciadamente, poco después de dar a luz a su segunda hija, Mary, falleció debido una infección. No vivió para ver a su famosa hija escribir "Frankenstein o el Nuevo Prometeo" (por otro lado Wollstonecraft despreciaba las novelas de terror).

Tras su muerte su reputación la dejó en el olvido cerca de un siglo. La independencia económica, el hecho de tener una hija ilegítima y el intento de suicidio le valieron el reproche de sus contemporáneos y el de las generaciones posteriores. De hecho, aunque Mary Shelley vivió libremente durante toda su vida, se dice que evitaba mencionar a su madre, aunque hay otras fuentes que afirman que la admiraba e incluso se sentía culpable de su muerte.

Sin embargo, al surgir de nuevo la reivindicación de los derechos de la mujer su figura emerge con fuerza, sobre todo a partir de los últimos cincuenta años del siglo XX.

PARA LEER:
Vindicación de los derechos de la mujer. Wollstonecraft, Mary. Aula Magna, 2005
Letters Written during a Short Residence in Sweden, Norway and Denmark, en Amazon

OBRAS SOBRE MARY WOLLSTONECRAFT
Osuna Rodríguez, Mercedes: Mary Wollstonecraft : una voz de mujer, 1999
Historias de Mujeres (Rosa Montero, Alfaguara1995)

EN LA RED
http://www.historiasiglo20.org/sufragismo/biogra.htm#wollstonecraft
http://www.malostratos.org/mujeres/wollstonecraft.htm

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Artículos de la sección Tecnología de El Día de Córdoba